Fisioterapia Geriátrica: patologías y terapias

Una de las etapas de mayor vulnerabilidad en la vida humana es la llegada de la vejez; los adultos mayores comienzan a manifestar enfermedades propias de la senectud que repercuten directamente en su agilidad y movimiento, por lo que la fisioterapia geriátrica se convierte en el aliado ideal para contrarrestar estos problemas.
Fisioterapia Geriátrica: patologías y terapias Madrid
Se conoce como fisioterapia geriátrica al área médica exclusiva para atender las diferentes afecciones o patologías que impidan la libre movilización e inhiban el ritmo de vida de un anciano. Su función es diagnosticar y prevenir las posibles complicaciones de salud que puedan generarse por el avance de la edad así como también, retrasar en la medida de lo posible el progreso de las enfermedades o traumatismos que ya este enfrentando un paciente geriátrico.
En otras palabras, un adulto mayor que aún no presente complicaciones, puede ser tratado con fisioterapia con el único propósito de prevenir la atrofia muscular, dolores y el cansancio por inactividad que tarde o temprano causara dependencia. Por otro lado, la fisioterapia geriátrica también está indicada para aquellos pacientes que ya están experimentando diversas enfermedades o cuadros clínicos delicados y han perdido o están a punto de perder por completo la capacidad de valerse por sí mismos; en esos casos la función de la fisioterapia será rehabilitadora.
En primer lugar, atiende todas las patologías que sean consecuencia de un deterioro físico por edad: dolores musculares, problemas posturales, desorientación, lentitud, atrofia por inactividad, entre otros; en segundo lugar, se encarga de retrasar el progreso de las enfermedades degenerativas como la artrosis, artritis, reuma, osteoporosis y más; y en tercer lugar todo tipo de enfermedades que causen invalidez y sean propias del aparato respiratorio, cardiovascular, locomotor y neurológico.
También, la fisioterapia geriátrica juega un papel fundamental en la asistencia de ancianos que hayan sufrido traumatismos o caídas y requieran rehabilitación, puesto que los ejercicios y terapias a implementar son especiales para personas de edad avanzada que no deben ser sometidos a fatiga ni sobre esfuerzos.
Positivamente, la esperanza de vida de los adultos mayores se ha incrementado en los últimos años, por lo que la fisioterapia geriátrica cada vez es más demandada por sus múltiples beneficios. Entre los más importantes, se encuentran los siguientes:
- Recuperar o mantener la máxima movilidad posible
- Aliviar las dolencias musculo esqueléticas
- Evitar la atrofia muscular
- Mejorar la postura, la orientación y la marcha del adulto mayor.
- Conservar el mayor grado de independencia en la realización de actividades básicas: comer, caminar, sentarse, bañarse.
- Minimizar el riesgo de caídas por desequilibrio
- Educar al paciente para que aprenda a hacer uso de su cuerpo sin lesionarse tomando en cuenta su capacidad física.
- Detener o retrasar el deterioro de músculos, tendones, ligamentos, articulaciones y huesos con ejercicios o terapias.
- Motivar al paciente geriátrico para que incorpore dentro de su rutina diaria la práctica de ejercicios sin fatiga y fáciles de realizar que lo mantengan activo.
- Reeducar al paciente para que aprenda de nuevo a hablar, caminar, identificar objetos o asistirse en tareas domésticas simples si se detecta que ha perdido la facultad para ello.
- Auspiciar un ambiente psicológico agradable en donde el anciano no se sienta una carga sino un miembro de la familia a quien se cuida con amor y profesionalismo para que este cómodo.
- Orientar a los familiares para que puedan apoyar correctamente al adulto mayor en sus necesidades cuando el fisioterapeuta no esté presente.
Antes de iniciar cualquier tratamiento, ejercicio o terapia en un adulto mayor se requiere de la evaluación previa de un especialista quien se encargará de determinar cuáles son sus verdades afecciones y que las desencadena; también, observara su condición física e indicará las mejoras alternativas terapéuticas para lograr mejorías.
Dependiendo de los diagnósticos, el fisioterapeuta decidirá si el paciente solo requiere una rutina de ejercicios guiada para mantenerlo activo, sesiones de masoterapia para reducir el dolor o favorecer a la sanación de tejidos de forma natural, someter al anciano a sesiones especiales de hidroterapia, electroterapia u otras técnicas para acelerar sus procesos de recuperación o si necesita de rehabilitación completa en caso de inmovilidad al 100%.
En conclusión, todo dependerá de lo que requiera el paciente según su cuadro clínico. Se debe recordar que este tipo de asistencia solo debe ser brindada por un profesional en el área que este legalmente autorizado para ejercer y cuente con la experiencia suficiente para garantizar excelentes resultados; por tal motivo, en nuestra clínica de Fisioterapia Madrid nos aseguramos siempre de que nuestros expertos en fisioterapia geriátrica sean los más reconocidos en el área y cuenten con la empatía y calidez humana suficiente para atender de forma personalizada y amena a cada uno de sus pacientes. Contáctanos ahora mismo y concreta una cita sin costo alguno.